Origen

En La Finca La Alcolehuela encontramos las ruinas de un castillo al cual debe su nombre, una fortificación Medieval de la que solo se conserva el topónimo y algunos restos arqueológicos de difícil descripción cronológica.

 

UBICACIÓN

La Alcolehuela pertenece al municipio de Vilches en Jaén. Está situada en plena Sierra Morena, lindando por el norte con la ampliación del Parque natural de Despeñaperros, y al sur con la Cañada Real Conquense; por la que se accede a la finca desde el pueblo de Vilches, siendo esta la cañada más transitada de España por ganado trashumante.

PROYECTO

Iñigo Urigüen y Esther Blanco son los propietarios de La Alcolehuela, dos empresarios con propiedades en el mundo inmobiliario. Desde que se conocieron apostaron por este proyecto juntos. Ambos, amantes de la naturaleza y grandes viajeros, decidieron adquirir La Alcolehuela (empresa ganadera y cinegética) para hacer su nueva forma de vida, poniendo toda la ilusión y sus conocimientos en ese entorno mágico y privilegiado que nunca olvidaras.

historia

Descubre tu lugar

El nombre de la Alcolehuela viene de Alcalá, que en árabe significa “El Castillo”; su diminutivo es alcolea; y al diminutivizarse en castizo castellano se convierte en Alcolehuela. En el cerro que da nombre el castillo se encuentran los restos de una atalaya que formaba parte del sistema de vigilancia de la frontera antes de la batalla de las Navas de Tolosa. Esta batalla, que termina con la conquista de Vilches y Úbeda, incorpora definitivamente este territorio a la Corona de Castilla. Cien años después se produce la primera referencia de La Alcolehuela en el Libro de la Montería de Alfonso XI que, al describir los cazaderos del obispado de Jaén dice textualmente, “Alcolehuela es buen monte de puerco en invierno”.

En la actualidad, los restos visibles nos muestran unos muros construidos en sillarejo aparentemente en piedra seca, con alturas de entre uno y dos metros. Se observa con claridad la puerta de acceso al recinto en el lado Norte. Una vez alcanzada la vertiente Sur del cerro, constatamos la presencia de diferentes estructuras, destacando la zona de la cima donde se accede a un pequeño recinto, con una puerta de acceso situado en su cara Sur, que se encaja en el escarpe rocoso. Destaca la abundancia de material de derrumbe en la ladera sur. En su entorno se localiza una posible rafa de mina, lo que justificaría la abundancia de escoria, y un manantial excavado en la propia montaña con un canal recubierto de pizarra.

En la provincia de Jaén se explota la minería de metales desde tiempo inmemorial y era corriente la instalación de una pequeña fundición cerca de una mina, que se abandonaba cuando se agotaba el filón. Algo así debió de ocurrir en la finca, pues hay muy abundantes restos de escoria en las proximidades del castillo. No en vano, el río que la atraviesa se llama Guarrizas, Wadi Rasas o Río del Metal en árabe.
Al constituirse el Registro de la Propiedad, se produce ya la primera inscripción. Tiene lugar el día 30 de mayo de 1853 en proindiviso a favor de los hermanos D. Álvaro y D. José María Pérez Caballero y Posada por herencia de su madre. La propiedad en ese momento tenía 8.262 hectáreas. Se les adjudica la dehesa titulada de La Alcolehuela, y la Casa Capilla y ornamentos.

Esta inmensa propiedad que van heredando los descendientes, segregando y vendiendo a lo largo del siglo XX, queda configurada en sus límites actuales en 1971, siendo ya los propietarios ajenos a la familia Pérez Caballero.
Sobre el destino agrario de esta finca, sabemos que en un tiempo la dehesa estuvo dedicada a la siembra, ya que hay al menos localizadas dos eras. En la dehesa han pastado varias ganaderías de toros bravos, como las de Tomás Pérez Padilla y Jiménez Pasquau, quedando como testimonio de esta actividad el tentadero, que hoy está en perfectas condiciones de uso.

En La Alcolehuela se realizan actividades en todo momento respetuosas con el medio ambiente, fomentando la sostenibilidad de la explotación ecológica de la naturaleza. La parte de dehesa de la finca se dedica a la cría de ganado vacuno autóctono, estando en régimen de ecológico. Asimismo, se potencia la apicultura para producción de miel, con flores de encina y silvestres de Sierra Morena. La propiedad colabora con el proyecto Lince Ibérico para la reintroducción de esta especie en peligro de extinción en la zona.